Ya ni hablar por telefono puede

La triste historia de la llama que llama

Después de conocer la fama y la gloria, entró en un pozo depresivo que la llevo a cometer locuras y excesos. Hoy vive con 150 pesos del plan trabajar y Telecom acaba de cortarle el teléfono por falta de pago.

“Pensar que en una época estaba rodeado de amigos, minas y me bajaba 3 don perignon por noche y mírame ahora no me alcanza ni para el mate cocido y esos desagradecidos de Telecom me cortaron el teléfono”. Así de cruel y desgarrador comienza su relato Arnaldo Ariel Onega, popularmente conocido como “la Llama que llama”.
Cuenta que después de filmar aquellos avisos telefónicos, su vida cambio por completo, conoció el éxito y la fama y todo lo que eso acarrea. – “ Salía todas las noches, siempre volvía con una minita distinta y hasta le pagaba los gatos a mis llamas amigas que siempre me hacían la gamba en los spots publicitarios” . Pero un día dejaron de contratarlo y todo cambio, no pudo dejar ese estilo de vida alocado y se patino toda la guita que había ganado. –“Y no es fácil dejar la noche, el shampoo y las mujeres, en 2 meses me comí los ahorros y me termine quedando en la calle”.
Para colmo de males llamo a la agencia de Agulla y Bachetti para pedir explicaciones y nunca más quisieron atenderlo. – “ Ese gordo es un ortiva, esta con todos los poderosos, se la creyó después de crear el dicen que soy aburrido y se olvido de todo lo que le di, porque el personaje se lo propuse yo, el no invento nada……..yo cuando estaba al pedo siempre hacía este tipo de llamados porque crecí escuchando al genio del Dr. Tangalanga y a unos pibes que a principios de los 90 se hacían llamar Álvarez y Borges y jodían telefónicamente a la gente desde una casa en Gerli……..grabé un cassette y se lo mande y así salieron los comerciales.”

Al verse perdido pensó seriamente llevar a la realidad la ficción de en uno de los comerciales que protagonizó, el secuestro de Carozo, aunque lo pensó bien y se asustó con todo el movimiento blumberista que se había adueñado de la opinión publica. Para ese entonces ya paraba con la barra brava de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, la fracción Marginados Lobo Sur y se mezclaba en cuanto desmán y combate con la policía u otra hinchada había, hasta que fue detenido en la ruta cuando volvía de un partido en Buenos Aires cuando su lobo jujeño todavía militaba en la B Nacional. – “Volvíamos de Buenos Aires, habíamos jugado con Chicago en Mataderos, ni me acuerdo como salimos porque estaba puesto, al salir de la cancha fuimos con un par de pibes a ciudad oculta a pegar unos papeles de merca y me la escondí entre mi lanaje, pero nos paro gendarmería en la ruta y me comí un año de cárcel”.
Pudo salir y comenzar un proceso de rehabilitación en una granja aunque terminó dejándolo porque había empezado la militancia social en La Corriente Clasista y Combativa del perro Santillán. “En la cárcel conocí a un par de pibes que estaban presos por luchar y me indigne, entonces les prometí que cuando saliera iba a pelear por los que menos tienen, al principio iba a las marchas para hacer de seguridad, ya que yo tengo mucho aguante, sino pregúntales a los putos salteños de antoniana, después ya tuve un lugar mas preponderante y me consiguieron el plan trabajar que es lo que me mantiene actualmente”

Hoy un poco alejado de la política volvió a retomar el tratamiento para dejar las drogas y se acercó a Cristo a través de la iglesia universal del reino de dios. – “ sabes que pasa las marchas siempre terminaban en forma violenta y yo quería cambiar un poco, recibí un volante que decía pare de sufrir y dije porque no, basta de dolor y sufrimiento……….me acerque al templo y había unos brazucas orando que eran re simpáticos y me convencieron………….. Hoy le entrego todo a Dios, mira como será que de los 150 que me dan del plan trabajar les donó la mitad…….por eso el otro día no pude pagar el teléfono y me lo cortaron………..pero es lo que el señor demanda y como dice el pastor Renato Gausho hay que ponerse con el diezmo para dejar contento a nuestro redentor”
Una historia de vida muy triste la de la llama que llama, aquella que tanto nos deleitara desde los comerciales televisivos, una victima mas de este sistema capitalista que te lleva la gloria y después te deja de lado, un minuto de fama y luego el eterno olvido, como le paso a tantos otros desde un Jacobo Winograd hasta un Guido Suller, en este caso le toco a una pobre llama del interior del país, pero a cuantos mas les tocara. Para reflexionar les dejamos una frase de la Llama: “ Cuando estas arriba no hay que creérsela ni gastarse toda la plata, yo antes me acostaba con la Jelinek y ahora estoy solo como una laucha”
Y se quedo ahí con la mirada perdida pensando unos instantes, hasta que vino un pastor brasileño y le ordeno barrer el templo.